…Ring ring… suena el teléfono, y en la pantalla aparece reflejado Espacio 0.42. Sólo hacía un mes que habíamos colaborado juntos, y había sido una experiencia muy gratificante y enriquecedora para nosotros. Tras un rato hablando viene la frase que deseábamos escuchar… ¿Qué os parecería repetir el concierto? Tuvo tanta aceptación y tanta gente se quedó sin disfrutarlo que nos gustaría repetirlo…
No lo pensamos dos veces, en un minuto estaba elegido el día y la hora. Esta vez decidimos hacer un único pase, ya que desconocíamos si tendría tanta repercusión como la vez pasada. Así que los tres, nos pusimos manos a la obra. Buscar huecos para poder ensayar entre nuestras clases, hacer trabajo de afinación, fraseo, dinámicas, resolver dificultades rítmicas… y un sinfín de aspectos musicales individuales y en grupo necesarios e imprescindibles para poder ofrecer al público nuestro trabajo. Muchas horas, sacrificio, esfuerzo para preparar ese día… NUESTRO DÍA…
Pero dos días antes del concierto recibimos la llamada de nuevo del Planetario… Chicos… hay mucha gente que ha reservado entrada..¿Podemos hacer otro pase? Nuestra respuesta volvió a ser rotunda SI.
No creíamos posible llenar otra sesión, pero… SÍ .. se hizo realidad.
El mismo día del concierto habíamos quedado con Javier. Él se había encargado de preparar las imágenes, adaptarlas al tipo de música propuesto por nosotros, y en hacernos más fácil este trabajo músico-espacial. Hacemos un ensayo general, ajustamos unos pequeños detalles, y nos vamos a cambiar de ropa… El concierto EMPIEZA¡¡¡ nervios, manos frías, concentración, ver entrar al público, calentamiento… y … LA HORA HA LLEGADO… no hay vuelta atrás. Nos deseamos SUERTE y empezamos.
Todo el concierto ha ido genial y la gente aplaude una y otra vez. Satisfacción por nuestra parte y muchas ganas de agradecer a todo el público presente su asistencia. Una vez terminado el concierto y en el hall, algunas personas conocidas y otras desconocidas nos hacen comentarios maravillosos, preciosos, y muy positivos sobre nuestro trabajo… Sólo escuchamos buenas palabras y entonces …
NOS DAMOS CUENTA DE QUE NO ES UN SUEÑO, Y QUE TENEMOS UNA PROFESIÓN EN LA QUE TE APLAUDEN Y TE VALORAN POR LO QUE HACES.
GRACIAS, GRACIAS Y MÁS GRACIAS